ALGO DE REALIDAD
Carmen vive con sus hijos en un país en donde la
esclavitud es menos disimulada que en otros lugares. Ella trabaja como cocinera
en una hacienda todo el día, mientras sus pequeños también lo hacen en una
finca cercana, a veces van a estudiar, por lo que sólo se encuentran en la
noche.
Carmen vivía en su
casa con sus hijos, hasta cuando tuvieron que vender todo, para pagar el
tratamiento que Carlos, uno de sus hijos. Al terminar el tratamiento recorrieron
por muchos lugares en busca de vivienda y trabajo; después de ensayar en
diferentes partes, finalmente, encontraron algo que se parecía un poco al lugar
en donde habitaban, una finca. Pasados algunos días entendieron que el dueño es
un hombre muy desconsiderado con sus obreros y que su único interés era el
dinero, sin importarle lo que tenga que hacer para logarlo.
Los primeros días
en este lugar fueron muy difíciles, porque tuvieron que pasar por situaciones
que herían profundamente sus corazones. Tanto así, que un día como muchos otros
el dueño llego a la pequeña casa en donde descasaban y les apago la luz
eléctrica. Manuel, el menor, que no se aguanto más, le pregunto: ¿“Señor: por qué te llevas el sol en las
noches justo cuando más lo necesitamos?”, a lo que le respondió con una
risa burlesca y llena de prepotencia.
El patrón en donde viven no permite que sus obreros y
obreras utilicen la luz eléctrica, porque esto genera muchos gastos. La luz es
únicamente para la familia dueña de la finca, que es la propietaria de la
riqueza de la región, siendo una de las razones para tener mejores cosas que
los demás pobladores.
Carlos y Manuel
sienten mucha indignación cuando llegan a casa y no pueden estudiar, ni
escuchar radio, actividades que los unen como familia.
Manuel decidió
gastar algo de lo poco que ganaba comprando velas y fósforos, para no tener que
preguntarle nunca más a ese señor tan malo, ¿por qué se lleva el sol en las
noches, cuando más lo necesitan? Entonces, esta fue la mejor idea, para leer
los libros que en el día no pueden leer y enterarse de las cosas que dicen en
la radio, ah, pero lo mejor es cantar esas canciones que traen tan bonitos
recuerdos de familia.
Un día, el patrón
estaba paseando por la finca y vio una luz que titilaba a lo lejos, por lo que
decidió acercarse para verificar el origen y la razón de ésta que únicamente
puede estar en su casa. Al acercarse se dio cuenta de que esta luz provenía de
la familia de la cocinera, a quienes ya les había advertido que estaba
prohibido tener luz en sus casas. Se lleno de cólera y de un golpe abrió la
puerta, para entrar con una ráfaga de viento, que claro apagò las velas y una
sensación indescriptible de miedo atravesó sus corazones, al mismo tiempo en
que la imagen de un hombre aparecía en la puerta. Al instante se escuchó una
voz llena de ira que los hizo salir de allí, para no volver jamás y tener que
seguir andando por el mundo buscando un lugar en donde puedan hacer lo que
tanto les gusta y ser felices.
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